miércoles, marzo 22, 2006

¿Anónimo? No esté tan seguro

¿Qué mejor sitio para discutir sobre el anonimato que un blog? Este espacio es el medio ideal para la proliferación de mensajes de esta índole, pues son foros de opinión “libres” y de uso abierto.

Para la mayoría de los internautas, conectarse a Internet se ha convertido en algo cotidiano. Con sólo hacer clic unas cuantas veces, se establece la conexión y mediante nuestro programa preferido visitar un sitio Web.

Puede que descarguemos programas o archivos, que leamos y lancemos mensajes en los grupos de noticias y blogs acerca de asuntos que nos interesan y sin duda consultaremos el correo electrónico. Incluso puede que nos comuniquemos en tiempo real con personas situadas al otro lado del mundo.

Independientemente de si accedemos a Internet en el marco de nuestra actividad profesional o desde el domicilio, arrellanados de manera confortable en el sillón, sin duda los desplazamientos por el mundo de Internet, tan vasto y tan rico, dan una impresión de libertad. Lo cierto es que uno es libre de ir a cualquier lugar de la red con la sensación de navegar en completo anonimato. La ausencia de intermediario visible puede aumentar dicha sensación de ausencia de vigilancia.

No, el anonimato no es la norma, e Internet no es la excepción. Sí, es posible si no ser espiado, por lo menos vigilado, y de muchas maneras, además. (Véase “Vigilar y Castigar” de Foucault). Cuidado, no se trata de afirmar que si el anonimato no es la norma, lo sea la vigilancia.

No “vigilemos” pues, preguntémonos por el interés final de la publicación de un mensaje anónimo. ¿A quién beneficia un mensaje Z publicado por un anónimo? ¿Por qué lo hace? ¿Por qué razón realmente lo está escribiendo como anónimo y no identificándose?... lo verdaderamente importante, que se desprende de esta reflexión, no es quién sino cuál es la intencionalidad, el fin, la meta o el objetivo que se persigue pudiendo quedar, este último, distorsionado dado que un mensaje anónimo puede ser considerado “ruido” ya que le falta gran parte del contexto.

Con lo cual, pensando en que si queremos transmitir un mensaje claro, sin interferencias que lo puedan distorsionar y plenamente contextualizado, nuestro mensaje no podrá ser nunca anónimo.


No se discute aquí si es legítimo o no lanzar mensajes anónimos, lo único que se pretende es reflexionar sobre la calidad del mensaje. Evidentemente a un mensaje anónimo le falta un elemento fundamental que nos permite entenderlo de manera más clara y que le da sentido y credibilidad al mismo y es la identidad del emisor.

Que duda cabe que un blog es un espacio personal que cada uno utiliza de la manera que más le conviene y por supuesto aquí no estamos para cuestionar la libertad de nadie.